Mientras en el mundo el gas natural alcanza precios exorbitantes a raíz de la guerra en Ucrania, en el Perú es muy barato, pero, peor aún, ese producto se devuelve al subsuelo por falta de consumo local. Sin embargo, el desarrollo de una industria petroquímica que produzca urea usando ese insumo puede ser la solución a ese problema, según los actores de este mercado.No obstante, hay varios factores a considerar para lograr tal solución, y uno de ellos es que -según indica un informe de la empresa Promigas Perú-, al Perú le quedan reservas probadas (es decir, con demanda asegurada) de gas natural para los próximos 23 años, pero el problema es que no se están reponiendo.Al respecto, Gustavo Navarro, exdirector general de hidrocarburos del Minem, señaló a Gestión que el contrato de Camisea tiene vigencia hasta el 2040, es decir, al país le quedan solo 17 años más para poder recibir gas natural, pues el consorcio Camisea no podría seguir produciendo más allá de su plazo contractual.