Cuando el presidente Pedro Castillo tomó el cargo en julio del año pasado, el Perú se encontraba en un momento de fuerte recuperación económica. Aproximadamente por esas mismas fechas, por ejemplo, el PBI nacional volvió a sus niveles prepandemia. A pesar de la debilidad del mercado laboral, la economía del país crecía a tasas mayores que las anticipadas, gracias a un entorno económico de buenos precios para las exportaciones y a un sector privado robusto. Todo ello, como se recuerda, le permitió al entonces titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Pedro Francke, niveles de autocomplacencia poco adecuados para autoridades que poco o nada habían tenido que ver con la recuperación en cuestión.