No pasaron ni cinco horas desde que empezó a circular en las redes sociales el memorándum por el que se informaba de que el coronel Harvey Colchado dejaba de ser jefe de la División de Búsqueda de Personas (Divbus) de la Dirección General de Inteligencia (Digimin) para que el Ministerio del Interior (Mininter) emitiera un comunicado indicando que dicho documento era apócrifo y que, en consecuencia, las cosas seguían como antes.¿Qué ocurrió en el medio? La comprensible tormenta desatada por lo que constituía un intento -bastante burdo, hay que decirlo- por neutralizar a un efectivo policial que se ha vuelto incómodo para el presidente Pedro Castillo desde que tomó parte en la diligencia efectuada en Palacio de Gobierno en la que se intentó detener a su cuñada (hoy bajo mandato de prisión preventiva), Yenifer Paredes, y desde que logró que su ex secretario general Bruno Pacheco abandonase la clandestinidad luego de casi cuatro meses para colaborar con la fiscalía.