"Mi meta y la meta del nacionalismo es defender a los pobres y por no haber cumplido ni llegado a la meta asumo mi responsabilidad como un soldado peruano". Era sábado y la noche lluviosa de Huánuco fue el escenario de un mitin en donde el líder del Partido Nacionalista Peruano (PNP), Ollanta Humala, decidió admitir los errores que cometió meses atrás, cuando era candidato a la presidencia. A más de cuatro meses de su derrota, hizo un mea culpa."Fui víctima de mi propia familia, me atacaron por la espalda, fui traicionado", aseveró, tal vez mientras recordaba las declaraciones racistas y pro autoritarias de sus padres y hermanos, las que develaban lo que sería una inclinación antidemocrática que luego se atribuyó a todo el clan Humala Tasso.