En el tiempo que lleva en el Gobierno, desde El Comercio hemos condenado una y otra vez los arrebatos del irascible presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres, que han caído sobre prácticamente todos aquellos que osaran esbozar alguna crítica contra el Ejecutivo. También hemos señalado lo endeble de su trillado discurso sobre la presunta ‘persecución política’ contra el presidente Pedro Castillo organizada -a su juicio- por una maléfica entente entre la oposición, la prensa, el Ministerio Público y el Poder Judicial, entre otros. A estas alturas, a decir verdad, se podría decir que, más bien, lo inusual sería escucharlo formular frases mesuradas, racionales y con asidero en la realidad.