La violencia contra la mujer es un mal endémico en el Perú. De acuerdo con el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), durante el 2020 se registraron 114.495 episodios de violencia sexual o física, el doble de la cifra reportada en el 2015, y el equivalente a uno cada cinco minutos, aproximadamente. Entre las víctimas, el 86% eran mujeres.Y si bien siempre se ha sabido que la prevalencia de la violencia sexual no distingue barreras de clase ni de región geográfica, no deja de ser especialmente indignante que el propio recinto parlamentario sea escenario de estos abusos. La semana pasada, una trabajadora del Congreso denunció que, tras ingerir alcohol en las oficinas legislativas en compañía del congresista Freddy Díaz, este la violó.