Desde ayer entró en vigencia la Ley General de Inspección del Trabajo, cuyo principal objetivo es fortalecer el sistema de inspecciones. Y aunque se ha destacado la dinámica impuesta por el Ministerio de Trabajo, hay dos aspectos que preocupan: la necesidad de delinear la capacidad de acción de un inspector laboral y la ausencia de un reglamento que acompañe la entrada en vigencia de esta nueva norma."El inspector tiene amplias facultades que, si no las utiliza coherentemente, resultarían excesivas. Por ejemplo, en el momento en que debe darse la inspección, no se toma en cuenta los horarios de una empresa", señaló la Cámara de Comercio de Lima (CCL).El gremio empresarial manifestó que esta disposición no fue consensuada con los trabajadores. Ante este problema, presentarán una propuesta a fin de que se forme una comisión en el Consejo Nacional de Trabajo que se encargue de elaborar el reglamento para la mejor aplicación de la ley.Luis Arbulú, especialista laboral, coincidió en que un tema fundamental será la elaboración del reglamento. "Lo más probable es que, antes de hacerlo, el Ministerio de Trabajo decida esperar un mes para evaluar en la marcha cómo está funcionando la ley", refirió. Dijo que el inspector no debe contar con un poder absoluto y que este aspecto debe corregirse al momento de redactarse el reglamento.