La escasez de GLP por oleajes anómalos es ya una vieja conocida. Con esta sería la tercera crisis que arrecia al sector en lo que va del año, con el detonante de que, a diferencia del combustible para avión (también protagonista esta semana), esconde una solución relativamente más sencilla para la población.El 80% del GLP producido en el Perú se fracciona en Pisco, procedente de los yacimientos de Camisea. A su vez, la cercana Lima, ubicada a 246 kilómetros de la planta de Pluspetrol, concentra más del 70% del consumo nacional. Siendo, pues, un GLP lo que netamente se trae, la ruta se debería cubrir por tubos (para poner un ejemplo, el Oleoducto Norperuano tiene una extensión de 1.106 kilómetros). Pero lo hace por barco.(Edición domingo).