El escenario de los últimos días en los grifos de Lima es el mismo: largas colas de vehículos intentando obtener gas licuado de petróleo (GLP) desde la madrugada.La escasez de este combustible causado por el cierre de puertos desde el 14 de julio debido a fuertes oleajes en el litoral peruano se ha sumado al incremento sostenido en los precios del GLP en perjuicio de los consumidores.