El destino de la industria de gas en Piura pende de una decisión judicial. Hablamos de la determinación que debe adoptar en los próximos días la sala civil de Talara, ratificando o rectificando un fallo previo (enero de 2022) que pone en riesgo la masificación del gas natural en la región norteña, a cargo de Gasnorp, y la continuidad de la planta eléctrica más grande de Piura: Malacas, propiedad de Enel.Tal es lo que ocurrirá si la sala piurana ratifica su sentencia en favor de Gastalsa, empresa que busca recuperar en el fuero judicial la concesión de gas natural de Pariñas, proyecto que perdió en 2009 por incumplimiento de contrato con el Minem.De hecho, el fallo emitido por la sala civil de Talara (en primera instancia) cristaliza este anhelo y va más lejos, ordenando la expropiación, en favor de Gastalsa, de los gasoductos distritales que Enel y Gasnorp operan en Pariñas.