Pocos sectores tan golpeados en el país como el hidrocarburífero. Y es que a pesar del enorme potencial que alberga nuestro territorio, la producción petrolera a duras penas supera los 40 mil barriles diarios o la mitad de lo que extraíamos el 2007. Solo producimos la cuarta parte de lo que consumimos, debiendo importar más de 200 mil barriles diarios adicionales a un costo que este año podría superar los $7 mil millones de dólares (petróleo y derivados).La inacción, cuando no la pésima gestión del Ejecutivo, viene agravando esta crisis. No de otro modo puede entenderse la insistencia en que los lotes del noroeste, cuyos contratos vencen en los próximos años, pasen a ser operados por Petroperú, empresa que no tiene ni la experiencia ni el personal, y menos los recursos para realizar las inversiones requeridas, señala Pablo de la Flor.