SUS IDEAS ERAN SU ÚNICA RIQUEZA
17 de octubre de 2006

Valentín Paniagua pisó por primera vez el Congreso en 1963. A los 26 años, el joven político ya había sido electo diputado por el Cusco. Casi 43 años después de su primer encuentro con el Palacio Legislativo, sus restos regresaron a aquellos ambientes que durante años fueron el principal escenario en el que libró sus más importantes batallas políticas y en donde "como principal prueba de su espíritu democrático y concertador" fue ungido presidente del gobierno de transición en noviembre del 2000. Aquí, como recordó ayer Valentín Paniagua Jara, su hijo, el ex presidente vivió momentos estelares de su vida.El cortejo fúnebre del líder de Acción Popular llegó al Congreso de la República a las 3.45 de la tarde y fue recibido con los honores que corresponden a la más alta investidura. En hombros ingresó al Hall de Los Pasos Perdidos. Ahí, representantes de todas las bancadas parlamentarias aplaudieron el paso del féretro. No importaba de qué partido era cada cual, con el mismo pesar lamentaron su pérdida.Prueba fehaciente de las virtudes políticas y humanas que tuvo Valentín Paniagua fue la coincidencia en el mensaje que dieron todos los que tomaron la palabra (un parlamentario en representación de cada bancada).Concertador, demócrata, sensato, humilde y austero fueron algunos de los calificativos que se repitieron mientras rotaban los oradores. Una vez más la figura de Paniagua Corazao generaba consenso. Por ello todos estuvieron de acuerdo cuando la titular del Legislativo, Mercedes Cabanillas, afirmó que el hoy extinto presidente es el prototipo de aquellos políticos que sirvieron de ejemplo y de norte para las nuevas generaciones, y que abrieron los difíciles caminos que ha tenido la patria.