A casi todos los presidentes del Perú les ha tocado por lo menos una crisis grave causada por factores externos a su control. La crisis financiera del 2008, el fenómeno de El Niño costero del 2017 y la aparición del COVID-19 han sido algunas de las situaciones más apremiantes de esta naturaleza que el país, con sus fortalezas y debilidades, ha tenido que enfrentar.La administración del presidente Pedro Castillo encara ahora otro momento histórico complicado: un incremento inflacionario global de niveles que no se registraban desde hace cuatro décadas, acoplado con la desaceleración del crecimiento de los principales países del planeta. De acuerdo con cifras recientes del Banco Mundial, el PBI global crecería apenas 2,9% en el 2022, bastante por debajo del 4,1% proyectado a inicios de año. "Como resultado de los daños derivados de la pandemia y la guerra, este año, el nivel de ingreso per cápita de las economías en desarrollo se ubicará casi un 5% por debajo de su tendencia previa a la pandemia", menciona el ente internacional en un comunicado de junio.(Edición domingo).