Pedro Álvarez mira todas las mañanas al mar, se persigna y, con pesar, le da la espalda. Hace cuatro meses que no puede pescar como lo ha hecho más de la mitad de su vida porque el derrame de petróleo de Repsol le quitó su fuente de trabajo. Tiene 53 años y toda la experiencia para bucear y pescar sin más equipos que una red y su chalana La Chili. Hoy, sin embargo, se recursea en lo que puede mientras su chalana, rota por la falta de uso, permanece varada en la playa Bahía Blanca de Ventanilla.(Edición domingo).