Cansados de que sus hijos sufran dermatitis crónicas, hipocausia neurosensoria y desnutrición crónica como consecuencia de los altos contenidos de arsénico, plomo y mercurio en el ambiente cientos de pobladores de San Mateo marcharon ayer para exigir al Ministerio de Energía y Minas el retiro de los desperdicios tóxicos abandonados a sólo veinte metros del centro poblado Glorieta de Mayoc por la empresa minera Lizardo Proaño, hoy propiedad de Wiese Sudameris Leasing. Acompañados por la Coordinadora de Defensa del Medio Ambiente de San Mateo, dirigentes de las comunidades campesinas de Paracc, San Antonio, San Mateo, San Miguel de Visso, Yurac Mayo, con carteles en mano acusaron a la empresa minera de violar los derechos humanos de los comuneros que se dedican a la agricultura.