"Como muestra de mi total disposición para colaborar con la justicia, y en señal de transparencia, he solicitado de manera voluntaria el levantamiento de mi secreto bancario, tributario y de comunicaciones", escribió el presidente Pedro Castillo en sus redes sociales a finales del año pasado tras su negativa a autorizar el ingreso de la fiscalía a Palacio de Gobierno. "Las puertas de Palacio están abiertas para apoyar toda medida que busque aclarar dudas", agregó entonces, luego de un escándalo por, precisamente, haberlas cerrado en la cara de los fiscales.Pero la buena disposición del presidente respecto del Ministerio Público -si en algún momento fue sincera- duró muy poco. Apenas dos meses después, en febrero de este año, el mandatario acusaba públicamente a la fiscalía de formar parte de un complot para desestabilizar al Gobierno, y las evidencias de que el Ejecutivo no tiene mayor intención de colaborar con la justicia se acumulan rápidamente.