La mayor amenaza para el presidente Pedro Castillo desde que inició su mandato no ha sido ningún intento de vacancia pergeñado por la oposición, ni ningún "destape" sobre casos de corrupción en su Gobierno. Ha sido, más bien, la efervescencia civil por el incremento de los precios de los fertilizantes, los alimentos y, sobre todo, de los combustibles, un fenómeno global que afecta a todos los países, pero más a los importadores netos de hidrocarburos, como es el caso del Perú.De acuerdo a PerúPetro, nuestro país produce un promedio diario de 40 mil barriles de petróleo y 85 mil barriles de líquidos de gas natural, volumen que no satisface la demanda nacional de combustibles, que bordea los 250 mil barriles diarios.Eso significa un gasto enorme en importación de crudo y derivados."Cada año gastamos US$6.000 millones en divisas y este año vamos a gastar mucho más debido al elevado precio del petróleo", señala Ricardo Noguera, directivo del Instituto Peruano de Ingenieros de Gas y Petróleo (IPIGP).