Diecinueve asociaciones de comerciantes que agrupan a más de 1,800 trabajadores formales e informales del muelle de Ancón, una de las zonas más afectadas por el vertido de crudo que se registró hace casi tres meses, informaron que las autoridades públicas y la empresa española Repsol les niegan incorporarse en el padrón de damnificados por el desastre.