Primero fue la rebaja a la mitad en la sanción propuesta a Alfredo González y ahora el rechazo a la suspensión de 15 días propuesta para Rafael Rey y Juan Ramírez Canchari. Estos dos hechos dejaron con los crespos hechos a la presidenta de la Comisión de Ética, Fabiola Morales, quien no ocultó su profunda desazón por las decisiones tomadas en el pleno del Parlamento."El Congreso todavía no está maduro para autorregularse, los mismos congresistas quieren que exista un código de ética, pero si van a rechazar continuamente los dictámenes de la comisión, mejor que la cierren. Hay que ser auténticos y sinceros, si no les gusta la comisión, entonces cerrémosla", manifestó disgustada la representante de Unidad Nacional. "Parece que estamos acostumbrados a querer que desde afuera se nos indiquen las conductas", agregó.