Tras la antología de despropósitos que protagonizó el Ejecutivo con ocasión del toque de queda que no pudo sostener dos días atrás, El Comercio ha ratificado que, a su juicio, lo mejor para acabar con el caos que reina en el país sería la renuncia del presidente Pedro Castillo. Su absoluta incapacidad para gobernar ha quedado en evidencia a lo largo de los ocho meses que lleva en Palacio; y ahora, con la desobediencia civil que provocó la ya mencionada medida, su autoridad ha quedado seriamente mellada.