Como lo demuestra la gran acogida de nuestros lectores y del público en general, la campaña de El Comercio para derrumbar la muralla de numerosos y engorrosos trámites va por buen camino. Es cierto que hemos avanzado bastante, pero también que aún quedan numerosas entidades que se resisten a participar en esta cultura de eficiencia estatal, ahorro de tiempo y dinero y, sobre todo, de respeto al público.Lo último, en esta cadena de burocratismo, es la actitud de algunas municipalidades, sobre todo distritales, que de modo ilegal insisten en cobrar por la inscripción de partidas de nacimiento y exigen requisitos adicionales. Todo ello contraviene el ordenamiento legal actual, que precisa que la inscripción de nacimientos es totalmente gratuita, sin distinguir entre el procedimiento de inscripción ordinario y el extemporáneo.¿Por qué el Reniec sí puede cumplir la ley y asumir este trámite de modo gratuito mientras que diez concejos de Lima y 225 del interior del país se niegan a hacer lo mismo e incluso cobran precios prohibitivos hasta por copias de partidas?Hay que recordarles a esos alcaldes, muchos de los cuales postulan a la reelección, que las municipalidades están para servir a los vecinos y no para servirse de ellos.Es lo que, con buen criterio, ha recordado la Defensoría del Pueblo, a la que debemos animar a seguir denunciando a las entidades que afectan estos derechos ciudadanos. Cada cual debe poner lo suyo: El Comercio, por su parte, persistirá en la campaña para derribar la barrera burocrática. (Edición sábado).