HUELE MAL
13 de diciembre de 2004

Hasta hace poco se escuchaba que el papel de Glodomiro Sánchez en el Ministerio de Energía y Minas (MEM) había sorprendido gratamente. Si era así, la semana que pasó borró con la mano izquierda lo que había hecho con la derecha. El proyecto de decreto, que propone, entre otros criterios, que sean las poblaciones aledañas a las operaciones mineras las que decidan la conveniencia de prorrogar los programas de adecuación al medio ambiente (PAMA), carece, por decir lo menos, de toda lógica. La norma tiene nombre propio: Doe Run, empresa estadounidense que tomó posesión de la refinería de La Oroya en 1996 y que mediante una 'campaña de comunicación' cambió la posición inicial de la población y de las autoridades de la zona de un año a otro, convenciéndolas de que si su PAMA no era prorrogado, cerraría sus operaciones y La Oroya perdería su principal actividad generadora de empleo, idea que originó las protestas desatadas en las últimas semanas.Para solucionar este problema, al MEM no se le ocurrió otra cosa que lanzar una propuesta que abre una puerta falsa para que cualquier empresa minera pueda optar por invertir unos cuantos chibilines en 'responsabilidad social' y otros conceptos, luego convencer a la población y a las autoridades políticas sobre su relevancia para la zona y, finalmente, lograr la prórroga de su PAMA hasta por cuatro años (es la misma Doe Run la que está demostrando que así funciona). Es decir, decisiones estrictamente técnicas pasarán a tener componentes subjetivos y políticos que estarán expuestos a la manipulación, al chantaje y a la corrupción. Por lo demás, ¿es la contaminación en La Oroya un problema exclusivo de las poblaciones aledañas?Esperemos que entidades como el Consejo Nacional del Medio Ambiente (Conam), la propia Sociedad Nacional de Minería y las ONG ambientalistas, levanten su voz de protesta ante esta aberración. Son estas últimas las que, incluso internacionalmente, han puesto permanentemente en tela de juicio el comportamiento empresarial y el 'compromiso' ambiental de Doe Run en sus diferentes operaciones en el mundo.