Muchos de los casos criminales más emblemáticos en el mundo que han tenido lugar en los últimos años han sido posibles gracias a la figura del colaborador eficaz. Pero para buscar ejemplos, en honor a la verdad, no hace falta ir tan lejos. Solo en nuestro país, esta figura ha permitido avanzar y conocer mayores detalles en investigaciones como las del Club de la Construcción, Los Dinámicos del Centro, Los Cuellos Blancos del Puerto, Los Wachiturros de Tumán, Los Intocables Ediles y la versión peruana del Caso Lava Jato.En la medida en que varios de los implicados en estas investigaciones tienen conexiones con algunos de los partidos políticos que han contado o cuentan con presencia en el hemiciclo o en Palacio de Gobierno, el riesgo de que se pueda socavar o ponerle trabas al proceso de colaboración eficaz ‘desde arriba’ siempre ha estado latente. Y un dictamen aprobado hace no mucho en la Comisión de Justicia del Congreso precisamente confirma estos temores.