Ha pasado una semana desde que el presidente Pedro Castillo recompuso su Gabinete y la presencia del ministro de Salud, Hernán Condori, ya ha motivado el rechazo de diferentes bancadas del Congreso. La verdad, no es para menos.Condori, como sabemos, arrastra una hilera de cuestionamientos que podrían clasificarse en tres grupos. En primer lugar, están los referentes a su idoneidad para el puesto, debido a que nos encontramos frente a un médico que, por un lado, ha recomendado el consumo de sustancias supuestamente beneficiosas para usos que la ciencia no respalda (como la famosa ‘agua arracimada’ para la prevención de trastornos metabólicos y la ivermectina y azitromicina para el COVID-19) y, por el otro, ha promocionado un procedimiento de detección de cáncer de cuello uterino "en un minuto" de manera inexacta e irresponsable. Honestamente, una persona con estos antecedentes ni siquiera debería estar a cargo de un consultorio, menos aún, a la cabeza del Ministerio de Salud en momentos en los que seguimos luchando contra la pandemia.