Hoy se cumple un mes desde que el derrame en la refinería La Pampilla de Repsol provocara el mayor desastre ecológico de Lima. En este tiempo, los constantes cambios de versión han caracterizado a la empresa. En el último, Repsol ya no atribuye el incidente al oleaje por la erupción del volcán en Tonga, sino a un "movimiento incontrolado" en el buque Mare Doricum, que descargaba el crudo a la refinería. Precisamente fue el capitán de esta nave, Giacomo Pisani, quien el día de los hechos envió al menos ocho cartas de protesta reclamando ayuda y advirtiendo que la respuesta de los operadores de la refinería no era adecuada.