Hasta hoy los valles del Huallaga, Monzón, Uchiza, Ene, eran considerados las cuencas cocaleras con la más alta presencia del narcotráfico.Sin embargo a estas zonas se ha sumado la región Cajamarca, en donse ha incrementado el cultivo de la amapola que es utilizada para la elaboración de látex de opio, materia prima para fabricar estupefacientes.Así lo sostuvo el jefe de la Policía de Cajamarca, coronel Adolfo Chávarri Estrada, quien señaló que lo más grave es que existe una articulación entre acciones violentas de algunos grupos antimineros con las mafias del narcotráfico.