La Zona Reservada de Ancón tiene una superficie marina de 2.913 hectáreas y fue creada en el 2011 para proteger la biodiversidad de la bahía de Ancón. La idea era tener un área libre de cualquier afectación, para la reproducción de la fauna acuática y refugio de especies a salvo de la intervención humana. Hoy, un 58% está contaminada por petróleo y las aves marinas llegan a morir a las playas ennegrecidas por el crudo.