El "oleaje anómalo" causado el sábado pasado por la erupción de un volcán submarino en Oceanía acarreó diversas consecuencias negativas en nuestra costa. Entre ellas, la de afectar el proceso de descarga de petróleo del buque Mare Doricum y causar un derrame de crudo en el terminal multiboyas N° 2 de la refinería La Pampilla S.A.A, de la multinacional Repsol YPF S.A., en Ventanilla. Como se sabe, este tipo de accidentes produce una contaminación que daña severamente playas y especies marinas a lo largo de una extensión difícil de establecer al principio, por lo que requiere ser contenido y remediado sin demora. No es eso, sin embargo, lo que ha ocurrido en este caso y todo indica que la responsabilidad de esa ausencia de reacción adecuada, así como el derrame mismo recaen sobre la ya mencionada empresa.