Según información de Rystad Energy, la demanda mundial de cobre superará a la oferta en más de 6 millones de toneladas para 2030; ello implicaría que la demanda de cobre aumente en 16% para finales de la década, alcanzando los 25.5 millones de toneladas por año para el 2030.Podría surgir un déficit de suministro significativo de cobre a partir de 2023, a consecuencia del aumento de la demanda por el crecimiento del mercado de las energías renovables.