La ubicación geográfica y el cambio climático hacen que los puertos del Perú enfrenten con frecuencia oleajes anómalos. En los últimos años, el número de días de cierre de puertos se ha cuadruplicado, según la Dirección General de Capitanía (Dicapi). Las interrupciones afectan directamente al comercio marítimo y a la cadena de distribución de diversos productos, entre ellos los combustibles derivados del petróleo, principalmente, el gas licuado de petróleo (GLP).Al respecto, Humberto Campodónico, expresidente de Petroperú, señala como una posible solución a esta problemática la construcción de un ducto que transporte el GLP desde Pisco a Lurín.