¿Quién dijo que el trabajo de campo en las minas es un lugar solo para hombres? Juliane Rojas, de 38 años de edad, madre soltera de dos hijos, es un ejemplo de lo equivocado que pueden estar miles de peruanos.Para empezar Juliane ha vencido a Supay Muqui, el dios del socavón. El libro de Carmen Salazar-Soler, de reciente aparición, aborda este tema. Relata en sus páginas que las mujeres estaban prohibidas de ingresar a las minas porque Supay Muqui es un dios con un desenfrenado apetito sexual.Pues bien Juliane lo hace cada día, a una altura de 4,800 metros, en la minera Antamina. Es una de las seis mujeres que desde hace cinco años cumple con esta labor. El IV Congreso Internacional de la Mujer Minera reveló que actualmente en minería las mujeres no solo buscan ocupar cargos administrativos, donde obtienen logros importantes, también buscan oportunidades en las áreas "rudas", como dice Juliane. Actualmente, a nivel nacional, existen unas 35 mujeres que manejan equipo pesado. Yanacocha y Antamina les dieron la oportunidad. "Las mujeres sí podemos responder y eso está probado", afirma Juliane: "El trabajo rudo no solo es exclusividad de los hombres". Ella y sus cinco compañeras trabajan diariamente rodeadas de 450 operarios. (Edición domingo).
- [República,Pág. 14] /