Las metas impuestas por la actual administración para el programa Sierra Exportadora siempre fueron motivo de incredulidad, sobre todo la promesa de lograr un incremento, en 150.000 hectáreas, de los cultivos agrícolas para la exportación en las zonas altoandinas.Pero el Gobierno habría revisado bien las cifras y decidió hacer algunas modificaciones. Es así que, en vez de que sean 150.000 hectáreas netas de cultivos agrícolas, pasarán a ser solo 70.000, dejando las restantes, es decir 80.000, para la actividad forestal."¿Cómo es posible que en cinco años se cuente con 150.000 hectáreas nuevas?", preguntó ayer al pleno del Congreso el propio ministro de Agricultura, Juan José Salazar, sobre el tema. Para él, la respuesta es negativa, razón por la cual hizo mención sobre la necesidad de promover la actividad forestal como parte del programa.La misma información fue confirmada ayer por el responsable del programa, Gastón Benza Pflucker, quien resaltó que se comenzará a sembrar plantones dentro de tres o cuatro meses junto con el sector privado, en comunidades indígenas de la sierra donde no existen árboles, lo que les generará un ingreso.