Las alarmantes cifras de deserción y ausentismo escolar en el país se degeneran aún más cuando las consecuencias se disgregan por sexos, pues el analfabetismo en la mujer peruana llega al 37.8% en las zonas rurales, aunque un vistazo global arroje un promedio de 17.9%, cifra no menos inquietante.Sobre el particular, el presidente del Comité de Asuntos Sociales de la Sociedad Nacional de Minería y Petróleo (SNMPE), Gonzalo Quijandría, aseguró en el IV Congreso Internacional de Mujeres Mineras, realizado en Ica, que este déficit representa más bien una oportunidad para el sector minero.Un ejemplo se dio en Cajamarca -contó el también gerente de Asuntos Corporativos de Antamina- cuando los índices de deserción escolar se movieron de 45% en 1994 a 8.4% en el 2005 gracias a los proyectos que Yanacocha realizó en sus zonas de influencia.En otras palabras, con un poco de voluntad, la actividad minera, cuya inversión en este tipo de proyectos llegó a US$ 8.1 millones en los últimos años, podrá contribuir con el gobierno en objetivos puntuales como erradicar el analfabetismo o reducir a cero los índices de deserción escolar, comentó.