Los fines de año son habitualmente ocasión de balances varios, en lo personal y en lo público. A poco de finalizar el 2021 y tras cinco meses de gobierno, es razonable pues ensayar una evaluación de lo positivo y lo negativo que puedan haberle reportado en ese período las gestiones del Ejecutivo y el Legislativo al país.Ocurre, no obstante, que la administración encabezada por el profesor Pedro Castillo ha generado tal cantidad de crisis desde su estreno que su evaluación en los medios ha sido, se diría, cotidiana. El Congreso, en cambio, no ha merecido en estos meses tanta atención de la opinión pública, por lo que resulta pertinente colocar su actuación en la balanza.