La vocación antiminera de la presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez, se evidenció en su desidia para evitar la paralización de operaciones de MMG Las Bambas, que se concretó ayer. Por el contrario, rápidamente dispuso que un equipo de la Secretaría de Diálogo viaje a la zona para garantizar "el pase humanitario, dejar salir a trabajadores y permitir el ingreso de un grupo mínimo para actividades críticas y evitar impactos ambientales".Es decir, lejos de buscar alternativas de diálogo o adoptar acciones firmes para la reanudación de las actividades, decidió darle la estocada final a la mina garantizando un cierre tranquilo.(Edición domingo).