La semana pasada se desató otra tormenta desde el Ejecutivo con el acta de compromiso firmada por la presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez, con autoridades y dirigentes de las provincias ayacuchanas de Lucanas, Parinacochas y Páucar del Sara Sara para crear una comisión de negociación de términos del cierre de las unidades mineras de las cabeceras de cuenca Apumayo, Breapapa, Pallancata e Inmaculada. Este suceso, asimismo, ha puesto al descubierto dos de los rasgos distintivos de este Gobierno que más alarma producen en la opinión pública.Por un lado, el de la improvisación, sugerido claramente por la afirmación posterior del viceministro de Minas, Jorge Chávez Cresta, acerca de las tres compañías mineras comprendidas en el plan de cierre. Si ellas demuestran que están por presentar o han presentado una solicitud para que las autorizaciones de sus operaciones sean prorrogadas, ha dicho el funcionario, "nosotros en el marco de la ley vamos a cumplir".