El titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Pedro Francke, ha hecho parte de su discurso regular de legitimidad la fortaleza de la recuperación económica durante este año. Sin duda, algunos números lo acompañan. Por ejemplo, la economía se expandiría cerca de 13% en el 2021, lo que pondría el PBI por encima de sus niveles prepandemia. Al mismo tiempo, el déficit fiscal sería menor debido al rebote de la actividad productiva y a los buenos precios de los minerales.Pero no todo pinta el mismo escenario optimista que el ministro Francke quiere mostrar al público. En particular, el mercado de empleo, quizá el más sensible de todos los mercados en términos sociales y políticos, aún está severamente golpeado. La semana pasada, el INEI indicó que, en el año móvil octubre 2020-setiembre 2021, la tasa de informalidad laboral fue de 78,2%, más de cinco puntos porcentuales por encima de su nivel prepandemia. En la zona selva, la informalidad en el trabajo supera ya el 85%. En comparación con el año pasado, hoy hay 20,8% menos trabajadores urbanos formales.