El gobierno de Bolivia admitió ayer que el país está al tope de su producción energética, y que habrá "problemas" para satisfacer una demanda mayor de gas. El vicepresidente Alvaro García Linera reiteró que Bolivia cumplirá sus actuales compromisos de exportación de gas (a Brasil y a Argentina) Dijo, sin embargo, que de haber nuevas demandas éstas no podrán ser atendidas de forma inmediata, porque no hay gas en boca de pozo. García Linera expresó que si bien existen grandes reservas hidrocarburíferas en Bolivia, para extraerlas del subsuelo habrá que realizar inversiones durante uno o dos años. El vicepresidente consideró que la inversión en los pozos petroleros no disminuyó a causa de la nacionalización del actual gobierno, sino desde el 2002 y acusó por ello a "un gobierno que les regaló a las petroleras un decreto que les eximió de invertir en pozos por parcela" explotada, en alusión a la administración del presidente Jorge Quiroga (2001-2002).
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