Una gestión pública más madura evitaría que, por ejemplo, en la región Áncash, solo en el último año no se lograra ejecutar los S/1,400 millones presupuestados.El objetivo de este trabajo público-privado estaría en la formulación consensuada de planes de desarrollo territorial y la conformación de unidades gestoras de proyectos con criterios claros de transparencia y eficiencia en el uso de recursos públicos, con foco en el cierre de brechas.La ciudadanía informada sería la responsable de custodiar este mandato de alcance multianual; y las fuentes principales de financiamiento de estos planes serían las transferencias recibidas por concepto de canon minero y la formulación de Obras por Impuestos, señala Víctor Gobitz.