En menos de dos semanas, el Gobierno ha dado marchas y contramarchas con respecto al conflicto minero en Ayacucho. Luego de que manifestantes saquearan e incendiaran la mina Apumayo, el 29 de octubre, el Ejecutivo logró que se levantara la protesta ese mismo día por la noche, con la condición de que la primera ministra Mirtha Vásquez viaje a dialogar a la zona. Pero, ayer en la mañana, cientos de personas se movilizaron en Coracora y, en asamblea pública, le dieron un ultimátum al Ejecutivo: si hasta el 18 de este mes no se instala una mesa de diálogo con la presencia de Vásquez, reanudarán el paro indefinido contra la actividad minera en sus territorios.¿Qué ocasionó esto? Los continuos cambios de fecha y de lugar de la reunión anunciados por el Ejecutivo. El 31 de octubre, una comisión de avanzada del Gobierno y manifestantes acordaron que la cita con una comisión de alto nivel sería el 11 de noviembre en Coracora. Luego,elviernes 5, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) cambió la fecha para el martes 9 (ayer) en el coliseo de Parinacochas, por "la atención que requiere darse a la problemática existente". Para colmo, el último lunes, la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) propuso que la cita sea hoy miércoles en Huamanga. Todo esto es considerado como una burla por los comuneros.