Ante el resurgimiento del temor en el sector empresarial, que siente amenazadas sus inversiones por los anuncios estatizadores que enarbola ahora, directamente, el propio presidente Pedro Castillo, el ministro de Economía, Pedro Francke, intentó poner paños fríos y aliviar la tensión generada.El martes de esta semana, el jefe de Estado, durante un evento en Cajamarca, invocó al Congreso a trabajar juntos en un proyecto de ley para "estatizar o nacionalizar el gas de Camisea". Si bien luego intentó morigerar tal declaración señalando que sería respetuoso con la libertad de empresa y que el gasoducto sur era su prioridad.Ayer, mediante su cuenta de Twitter, el titular del MEF afirmó que nacionalizar Camisea no significa estatizar la actividad privada. "Nacionalizar el gas de Camisea significa ponerlo al servicio de los peruanos, y en particular de nuestros compatriotas del sur", aseveró.