Al mismo tiempo que diversas poblaciones -arengadas por un Gobierno que anuncia que va a recuperar los recursos naturales- bloquean carretas, ríos y estaciones de bombeo en varias partes del país exigiendo la presencia del presidente Castillo y la primera ministra para que les ayuden a conseguir sus demandas, el presidente y sus ministros escapan a Bolivia, dejando, sin mayor preocupación, la pradera incendiada, más interesados en recibir una inmersión en bolivarianismo andino y cocalero. Podrían, cuando menos, pedirle a Evo que interceda para levantar el bloqueo de la carretera Interoceánica.Pues ya hace un tiempo que vemos que no se requiere de un programa de nacionalizaciones para matar la inversión. Los ataques a las industrias extractivas lo están logrando y vienen reduciendo la producción. El oleoducto del norte ha sido cortado hace meses y la producción de Las Bambas, por ejemplo, viene reduciéndose año a año. En el 2017, esa mina exportó 450 mil toneladas y el año pasado, 300 mil. De los cuatro años que tiene operando, uno entero lo ha perdido en bloqueos. Ahora el corredor minero del sur está experimentando la tercera interrupción en lo que va de este Gobierno. La producción minera tiende a volverse inviable, señala Jaime de Althaus.(Edición sábado).