LAS CRISIS POLÍTICAS PASAN FACTURA
17 de octubre de 2021

Hace poco más de un mes, cuando se conoció que Moody’s, una de las tres grandes agencias clasificadoras del mundo, había reducido el nivel de deuda de largo plazo de nuestro país de A3 a Baa1, explicamos que esto era, además de una evidente mala noticia, un presagio de tiempos difíciles. "Es la primera vez en dos décadas -advertimos en aquella ocasión- que la deuda peruana sufre un deterioro y no sería extraño que las otras dos agencias clasificadoras globales -S&P y Fitch- siguieran próximamente [sus] pasos".Pues bien, esta semana finalmente llegaron noticias desde Standard & Poor’s (S&P) y Fitch, y ninguna adecenta el cuadro bosquejado por Moody’s. S&P, por ejemplo, rebajó la perspectiva de calificación del Perú en cuanto a la deuda de largo plazo de estable a negativa, lo que suele ser el preámbulo de una rebaja de la calificación que podría concretarse en los próximos años. Fitch, por su parte, bajó la calificación de deuda en moneda extranjera peruana de BBB+ a BBB, aunque cambió la perspectiva sobre esta clasificación de negativa a estable.