Ayer, el presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido, volvió a la carga en sus redes sociales para denunciar una delirante "persecución político judicial a Vladimir Cerrón" por, según sus palabras, "renegociar gas, recuperar petróleo, revisar contratos ley, Asamblea Constituyente y Nueva Constitución".Por supuesto que no hace falta un gran esfuerzo mental para darse cuenta de la pobreza argumentativa de su ‘denuncia’. El señor Cerrón, como sabemos, viene siendo investigado por el Ministerio Público y, de hecho, ya ha sido sentenciado por el Poder Judicial desde mucho antes de que Perú Libre llegara a Palacio de Gobierno. Por lo que, salvo que ahora los jueces y fiscales tengan el don de la clarividencia, es evidente que las palabras de Bellido no pueden servir para persuadir a nadie.Y si bien su mensaje es a todas luces lamentable (pues implica un ataque desde el nivel más alto del Ejecutivo hacia instituciones autónomas), entraña también una confesión. En otras palabras, lo que nos ha dicho el ministro Bellido al afirmar que existe una ‘persecución política’ contra Cerrón por los anuncios del Gobierno es que este último es quien gobierna. Curioso que el primer ministro nos confirme que quien lleva las riendas del Ejecutivo es la misma persona a la que el presidente Pedro Castillo afirmó hace unos meses que no veríamos "ni siquiera de portero".(Edición sábado).