La primera semana de setiembre el gas licuado de petróleo (GLP) envasado retornó al Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles (FEPC) para que pueda reducir su precio hacia los consumidores.Y es que el FEPC funciona como un subsidio, al poner un precio límite dentro de una banda, al cual puede ser vendido al por mayor. Si el precio del GLP supera ese tope, el Estado paga la diferencia a las empresas productoras o importadoras.Si bien se esperaba que dicha decisión tenga un efecto inmediato en los precios que pagan las familias por balón de gas, esto no fue así.De acuerdo con el presidente del Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin), Jaime Mendoza, el traslado de la reducción de precios hacia los consumidores ha sido gradual.Tan es así, que actualmente en los puntos de venta al público, uno de cada tres aún no traslada la reducción a los clientes.