Entre los argumentos del Gobierno para renegociar el contrato con el Consorcio Camisea ninguno apunta por resolver uno de los problemas más inmediatos para los consumidores: el poco avance en los procesos de masificación del uso del gas natural al interior del país.Mientras el premier Guido Bellido dice que con esa renegociación se busca que el Estado tenga una mayor participación en el reparto de utilidades que genera Camisea, el presidente Pedro Castillo afirmó que su intención es que el gas de ese yacimiento quede solo para consumo interno, en tanto la vicepresidenta Dina Boluarte habla de que baje el precio del gas.Gonzalo Tamayo, socio de Macroconsult y ex ministro de Energía y Minas, advirtió que hay temas pendientes para lograr esa masificación sobre todo en las concesiones del norte y sur, que el Minem abordó anteriormente, pero aún no ha resuelto.Uno de esos problemas es que las operadoras del norte y el sur no han podido incorporar a grandes clientes industriales dentro de su ámbito de concesión, y cuyo suministro les hubiera permitido amortizar parte de los costos de su inversión en las redes de distribución del gas.