"No hemos venido a ahuyentar las inversiones, vamos a invertir al Perú con confianza, sin dudas y sin temores. Un Estado sin inversión privada no puede salir adelante. Este Gobierno no ha llegado para expropiar a nadie", afirmó el presidente Pedro Castillo frente a varios empresarios en Estados Unidos buscando convencerlos para que vengan al país y así impulsar la reactivación económica que hasta ahora no alza vuelo. El mensaje intentó mantener alejados los fantasmas de la expropiación y estatización de empresas o capitales privados.Pero hoy la historia es otra. El premier Guido Bellido petardeó lo poco avanzado y conminó al Consorcio Camisea a renegociar el reparto de utilidades provenientes de la explotación del gas a favor del Estado.