El Perú debería abstenerse de firmar el contrato por el que encarga a un consorcio mexicano-alemán la auditoría del gasoducto de Camisea, debido a que las condiciones establecidas no aseguran una adecuada supervisión de dicha infraestructura, recomendó Bill Power, director de la consultora E-Tech.Power, quien elaboró dos informes en lo que critica el trabajo de TGP, la empresa que instaló los gasoductos, mostró su extrañeza por el bajo precio que cobrará la consultora Germanischer Lloyd (US$1,89 millones), tres veces menos que lo que ofrecieron las otras postoras. "La empresa ganadora debería emitir un pronunciamiento público diciendo que ninguno de sus accionistas tiene algún tipo de relación con los accionistas de TGP", indicó.Otro tema que preocupa a Power es el cambio en las bases de la auditoría. Según él, se eliminó la obligación al auditor de inspeccionar todos los puntos críticos del gasoducto. "Solo van a auditar en base a papeles", criticó.Consultado al respecto, Gustavo Navarro, presidente de la comisión ad hoc que se encargó de la selección de la empresa que auditará los ductos de Camisea, señaló que había un desconocimiento de Powers sobre las bases de la licitación que dio como ganadora a Germanischer Lloyd.