Las señales de que estamos asistiendo a una irrupción del senderismo en diversas instancias oficiales son abrumadoras. Empezando por la presencia en el Gabinete de un primer ministro con una investigación abierta por apología del terrorismo y otra por directa actividad terrorista y la de un titular de Trabajo que figura en varios atestados policiales como participante en atentados senderistas, y terminando con la visita que pudo hacer dos días atrás al local de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) el dirigente del Movadef César Tito Rojas, es evidente que hay una sintonía de este gobierno con los seguidores de Abimael Guzmán, el peor asesino que haya conocido nuestra historia.