Los precios del gas natural están experimentando una subida histórica. El costo del combustible ya está en máximos estacionales en la mayoría de los principales mercados y parece que va a seguir subiendo. El próximo invierno puede dar al mundo una dolorosa lección de lo omnipresente y vital que se ha vuelto el gas para la economía. Los precios inaccesibles podrían reducir el gasto de los hogares y erosionar sus salarios debido a la inflación.